Los que lleváis ya un tiempo siguiéndome sabéis
que me gusta compartir con vosotros mis batallitas….así que aquí viene una de
ellas.
Me encantan los membrillos: me gusta la fruta,
su olor, los recuerdos que me traen y sobre todo, me encanta hacer dulce de
membrillo… y luego comérmelo, claro!
Mi abuela tenía un cuarto en su casa de Zafra
donde siempre tenía membrillos y el cuarto olía genial. Daba a un patio
pequeñito por donde entraba mucha luz, y a mi me encantaba entrar allí y quedarme
a oler los membrillos durante un buen rato.
El jueves me cogí el día libre y nos fuimos a
Zafra (Badajoz) a pasar el día, a comer y a pasear, y me vinieron a la memoria
muchos recuerdos… A todos los segedanos, un beso enorme!
Hacía un día un poco gris, y nos encontramos
bastante nieve por el camino, pero eso le daba a la ciudad un aspecto todavía
más misterioso. Os dejo algunas fotos (perdón…otra vez hechas con el móvil).
Aprovecho para incluir una del postre que compartimos: una tarta de manzana con
helado de manzana y toffee que estaba para chuparse los dedos! Tengo que
copiarlo para el blog…
Pero volviendo a los membrillos… Otro de los
recuerdos que me traen es este: durante los últimos años, Pilar nos ha hecho
dulce de membrillo a toda la familia con los membrillos de un árbol que tiene
mi hermano en el jardín de su casa. Y como Pilar ha estado pachuchilla los
últimos meses (que ahora ya está como una rosa otra vez!), yo la he sustituido
en esta importantísima misión.
Es divertidísimo, muy fácil y sobre todo queda
un dulce estupendo: yo lo utilizo para acompañar quesos, y ayer por ejemplo lo
tomados con unos canapés de paté (poniendo una pizquita en el centro del
canapé) y estaba de muerte. Y me han soplado que mi amigo José Manuel (que es
siempre muy crítico con lo que cocino!) se lo toma mezclado con yogur. Lo tengo
que probar!
Para hacerlo, lo único que tenéis que hacer es
limpiar bien los membrillos, trocearlos con piel y todo y cocerlos con un poco
de agua. Cuando esté bien blando, se pasa por la batidora.
Se pesa la mezcla que resulta y se añade el
mismo peso de la fruta triturada en azúcar. Se pone a cocer a fuego lento
durante al menos una hora y media, en la que tendréis que remover de vez en
cuando para que no se pegue a la cacerola.
Cuando ya esté bien cocido, se pasa a los
recipientes que vayáis a utilizar para guardarlo y se deja enfriar ahí, ya que
al enfriarse se compactará.
He hecho muchísimo dulce de membrillo este año
para regalar a mis amigos y familia, y me ha encantado. Por no hablar del
olorcito que se queda en la casa…
Ya me contaréis si os animáis a hacerlo. Mientras tanto, que paséis un fin de semana genial!
Un
besazo,
Natalia
3 comentarios:
Nat!!! Me chifla en membrillo, y no sabes de qué manera, nunca lo he preparado en casa, pero recuerdo comérmelo desde que era muy pequeña... en casa de mis padres es un "imprescindible" y es raro abrir la nevera y no verlo... aunque ahora estemos ya todos los hermanos casados... mi madre nos lo sigue comprando para que hagamos una incursión a la cocina ;-)
Mi preparación preferida es acompañado de queso de tetilla, muy gallego!
Muchos besos, mi reina y me ha encantado Zafra!!!!
Me encanta que siempre menciones Extremadura.
Amo este dulce, es lo más!!!
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