2 mar 2013


Los que lleváis ya un tiempo siguiéndome sabéis que me gusta compartir con vosotros mis batallitas….así que aquí viene una de ellas.

Me encantan los membrillos: me gusta la fruta, su olor, los recuerdos que me traen y sobre todo, me encanta hacer dulce de membrillo… y luego comérmelo, claro!


Mi abuela tenía un cuarto en su casa de Zafra donde siempre tenía membrillos y el cuarto olía genial. Daba a un patio pequeñito por donde entraba mucha luz, y a mi me encantaba entrar allí y quedarme a oler los membrillos durante un buen rato.

El jueves me cogí el día libre y nos fuimos a Zafra (Badajoz) a pasar el día, a comer y a pasear, y me vinieron a la memoria muchos recuerdos… A todos los segedanos, un beso enorme!

Hacía un día un poco gris, y nos encontramos bastante nieve por el camino, pero eso le daba a la ciudad un aspecto todavía más misterioso. Os dejo algunas fotos (perdón…otra vez hechas con el móvil).





Aprovecho para incluir una del postre que compartimos: una tarta de manzana con helado de manzana y toffee que estaba para chuparse los dedos! Tengo que copiarlo para el blog…


Pero volviendo a los membrillos… Otro de los recuerdos que me traen es este: durante los últimos años, Pilar nos ha hecho dulce de membrillo a toda la familia con los membrillos de un árbol que tiene mi hermano en el jardín de su casa. Y como Pilar ha estado pachuchilla los últimos meses (que ahora ya está como una rosa otra vez!), yo la he sustituido en esta importantísima misión.

Es divertidísimo, muy fácil y sobre todo queda un dulce estupendo: yo lo utilizo para acompañar quesos, y ayer por ejemplo lo tomados con unos canapés de paté (poniendo una pizquita en el centro del canapé) y estaba de muerte. Y me han soplado que mi amigo José Manuel (que es siempre muy crítico con lo que cocino!) se lo toma mezclado con yogur. Lo tengo que probar!

Para hacerlo, lo único que tenéis que hacer es limpiar bien los membrillos, trocearlos con piel y todo y cocerlos con un poco de agua. Cuando esté bien blando, se pasa por la batidora.

Se pesa la mezcla que resulta y se añade el mismo peso de la fruta triturada en azúcar. Se pone a cocer a fuego lento durante al menos una hora y media, en la que tendréis que remover de vez en cuando para que no se pegue a la cacerola.

Cuando ya esté bien cocido, se pasa a los recipientes que vayáis a utilizar para guardarlo y se deja enfriar ahí, ya que al enfriarse se compactará.


He hecho muchísimo dulce de membrillo este año para regalar a mis amigos y familia, y me ha encantado. Por no hablar del olorcito que se queda en la casa…


Ya me contaréis si os animáis a hacerlo. Mientras tanto, que paséis un fin de semana genial!

Un besazo,

Natalia 

3 comentarios:

Celebra con Ana dijo...

Nat!!! Me chifla en membrillo, y no sabes de qué manera, nunca lo he preparado en casa, pero recuerdo comérmelo desde que era muy pequeña... en casa de mis padres es un "imprescindible" y es raro abrir la nevera y no verlo... aunque ahora estemos ya todos los hermanos casados... mi madre nos lo sigue comprando para que hagamos una incursión a la cocina ;-)

Mi preparación preferida es acompañado de queso de tetilla, muy gallego!

Muchos besos, mi reina y me ha encantado Zafra!!!!

El hada helada dijo...

Me encanta que siempre menciones Extremadura.

Marcela dijo...

Amo este dulce, es lo más!!!