Os cuento:
para la receta de hoy, que llevo haciendo muchos años, siempre he levantado las
claras a punto de nieve a mano, porque así me quedaban súper-compactas, que es
lo que me interesa. Pero hace unos días hice por primera vez el tiramisú con
ayuda de mi Kitchen Aid. Mientras yo mezclaba los ingredientes, la KA levantó
las claras de manera impresionante! Qué alegría, con la de veces que me he
tirado más de 20 minutos levantando las claras a mano.
Esta
receta me la pasó mi amiga Paty hace tiempo, y a ella se la dio a su vez una
amiga italiana, Sonia.
Los
ingredientes son los siguientes:
4
huevos (claras a punto de nieve….siiii, ¡cómo me gusta decirlo ahora!)1 tarrina (250 gr) y media de queso Mascarpone
8 cucharadas de azúcar
1 paquete de bizcochos Cuétara (de los duros con azúcar)
Café negro
2 cucharadas (o 3!) de whisky
Chocolate amargo en polvo
Chocolate negro troceado pequeño (como si fueran grumos)
Mientras
las claras se iban levantando a punto de nieve solas, yo mezclé en un cuenco
las yemas de los huevos, el azúcar y el queso Mascarpone (removiendo bien con
unas varillas para que se integre sin problemas). Por último se añaden las
claras a punto de nieve con movimientos envolventes.
En
un plato hondo se ponen dos tazas de desayuno de café negro (tiene que estar
frío) mezclado con el whisky.
Se van mojando los bizcochos en la mezcla de café y whisky y se colocan en una fuente haciendo una capa compacta. Una vez completada la primera capa se echa por encima la mezcla de huevos, azúcar y queso dejando que caiga por los lados de los bizcochos. Se pone por encima otra capa de bizcochos mojados en café y se cubre bien con una última capa de la mezcla de huevos y queso.
Yo
suelo espolvorear la superficie con chocolate en polvo ("Valor" amargo) y lo
meto en la nevera. En el momento de servir, me gusta echar además por encima
chocolate negro troceado pequeñito. En este caso, no hice este último paso
porque…la verdad….no tenía chocolate para trocear! Fallo tremendo, lo sé!!
Un
truquito: la mezcla de huevos, azúcar y queso no tiene que quedar muy líquida.
Lo digo porque en este caso a mi me quedó un pelín líquida (le eché por error
casi una tarrina y tres cuartos de queso Mascarpone, en lugar de sólo poner una
y media). De sabor quedó exquisita, pero si que es verdad que los bizcochos de
la última capa se quedaron un poco “como flotando” hasta que se cuajó la mezcla
en la nevera.
Menos mal que he vuelto a empezar a andar todas las mañanas mis 45 minutos de costumbre (lo había aparcado temporalmente). Y este fin de semana, me voy a hacer senderismo! Eso si…como es por tierras extremeñas, ya estoy soñando con tomarme unas migas con huevo frito y chorizo!!!
Si
es que no tengo remedio…
Esta
vez, me despido hasta la semana que viene. Sé que tengo pendiente de publicar
la segunda parte de las galletas del Bautizo de Pablo, pero esta semana he
querido traer una receta fresquita diferente a las galletas.
Que
tengáis un estupendo fin de semana. Muchos besos calurosos!!!!
Natalia