Ya sé que llevo muchos días sin dar noticias…lo
siento! Tengo muchísimo lío en el trabajo, compromisos familiares, viajes… y no
me queda mucho tiempo libre. Y con este calor, cuando paro un ratito, solo me
apetece descansar con una coca cola bien fresquita!
Pero hacía mucho tiempo que quería hacer una
bica. La bica es un dulce gallego exquisito: es una especie de bizcocho
mantecado de consistencia espectacular. La bica es tan popular en Galicia que
en Puebla de Trives (Orense), incluso tienen una fiesta anual dedicada a ella
que se celebra el último domingo del mes de Julio.
Y como se acercaba la fecha de la fiesta, me he
decidido a hacerla. Hay muchas recetas de bica disponibles, pero yo me he
decidido por la que os traigo hoy. Aunque tengo que reconocer que me ha gustado
tanto el resultado, que pienso repetir la experiencia probando con diferentes
recetas.
Yo no he utilizado canela (y mira que me gusta
la canela…), pero esta primera he preferido que fuera de sabor natural. Y me ha
encantado el resultado. Sabe a una mezcla de sobao y bizcocho artesano…no sé,
es difícil de explicar, así que lo mejor es que os animéis a hacerla; es
sencillísima.
Ingredientes:
200 gr de mantequilla derretida
400 gr de azúcar
4 huevos
200 ml de nata para montar (>35 % de materia
grasa)
400 gr de harina de trigo
2 kits de sobres gasificantes de Mercadona (2
sobrecitos de los blancos y dos de los morados)
Se mezclan los huevos con el azúcar y
la mantequilla bien, hasta que quede una mezcla bastante densa y bien
integrada. Se añade la nata líquida (sin montar ni nada) y se bate todo bien
con unas varillas.
En un recipiente aparte se mezcla la
harina con los 4 sobres de gasificante (2 blancos y 2 morados). Se tamiza la
mezcla bien y se añade poco a poco a la mezcla que ya teníamos, integrando toda
la harina bien. Se pone la masa en un molde para horno y se espolvorea la
superficie con azúcar glas (esto hará que se forme la costrita dura que es tan
característica).
Se hornea la bica en el horno
precalentado a 160º durante casi una hora, hasta que esté bien hecha.
Lo que más me ha gustado de todo es
que se conserva genial con el paso de los días, así que para desayunar varios
días, resulta exquisita.
Os dejo por hoy. Espero que tengáis
una semana estupenda!
Muchos besos y hasta pronto,
Natalia