Lo
tenía todo para triunfar…pero la maldición del primerizo con los macarons se ha
cumplido esta tarde conmigo. Pero no me importa, porque he leído en muchísimos
blogs (e incluso en el libro que he utilizado para hacerlos) que casi nunca
salen bien a la primera…y claro, no iba a ser yo la excepción. Mientras escribo
esto estoy pensando si publicar la foto del resultado…por ahora gana el “no”
por mayoría.
Y os
cuento por qué hoy (ilusa de mi) me he decidido a probar. Hace unos meses mi
madre me regaló el libro de Macarons de El Pais Aguilar: es precioso, viene súper
bien explicado y me lo he estudiado de cabo a rabo!
El
pasado viernes, una de mis hermanas me regaló un utensilio de cocina de Lékué
(una especie de manga pastelera con boquillas intercambiables chulísima) y en
la caja venían fotos de macarons….y ayer me compré la esterilla de Lékué
especial para los macarons….si es que nada podía fallar!
Y
con todo ese material de primera a mano y los ingredientes, esta tarde he
dicho: me lanzo.
He
hecho algunos rosas (con esencia de fresa) para rellenar con chocolate, y otros
amarillos para rellenar de crema de limón. Los de fresa ya han salido del
horno, y los de limón están ahora mismo dentro.
Está
bien, voy a compartir UNA foto con vosotros: la de los de fresa sin rellenar
(sobre todo para que veáis la esterilla de Lékué!). NO VALE REIRSE!
Los
de limón, que los acabo de ver en el horno, están totalmente impresentables!
Así
que lo he consultado conmigo misma y aunque los rellenaré (una vez haya comprobado
que de sabor están aceptables), no voy a presentarlos esta vez ya rellenos. Me
reservo ese gusto para cuando me salgan muchisísísísísímo mejor!
Mucho
ánimo para esta semana. Yo estoy pendiente de cositas bastante interesantes que
ya os contaré!
Besos
mil!
Natalia